miércoles, 18 de enero de 2012

RESUMEN LIBRO PROPIO

Beatriz Preciado; Texto Yonqui

Tras segunda guerra mundial aparece lo que denominaremos  régimen  farmacopornográfico, que trata de un régimen posindustrial, global y mediático.
¿Pero cómo hemos llegado a este régimen?
Tras la caída del  fordismo, la nueva era económica se sustenta en dos elementos claves, definir y comprender estos dos elementos será necesario para poder entender el funcionamiento del sistema de producción global contemporáneo.
Ambos elementos son interdependientes y se retroalimentan.
Estos dos elementos claves son;
Por un lado,  la industria farmacéutica y
Por otro encontramos la industria pornográfica, de ahí que hablemos de un sistema o una era farmacopornográfica.
Estas dos industrias se sitúan hoy en el centro de la economía de mercado y a su vez se han convertido en centros de poder, de bio-poder (poder del sujeto)
En cuanto a la industria farmacéutica, esta se ha situado en el centro de creación de nuestra propia subjetividad. Así todos recurrimos al prozac cuando estamos deprimidos, a la píldora anticonceptiva, o a la viagra. Cuando nos sentimos poco hombres, o más bien poco masculinos recurrimos  a la testosterona al igual que cuando entramos en la menopausia acudimos a cocteles hormonales para refeminizarnos.
La testosterona, los estrógenos… todas las hormonas son directamente comercializadas para manejar nuestro género desde los centros de poder.
En esta argumentación podemos llegar fácilmente a otra de las ideas defendidas por Beatriz Preciado, el problema del género. El género tal y como lo entendemos hoy como inamovible hombre/mujer no es más que una invención humana socio-política. Tomamos también el sexo, el género y la sexualidad como fundamentos estables de nuestra identidad, sin embargo hemos de tomarlos como meras construcciones culturales y políticas, que por lo tanto pueden ser tecno controladas.
A lo largo de todo el capítulo dedicado a la farmacología, la autora señala la relevancia del control molecular y tecnológico de las estructuras de poder de género. Desde el establecimiento de la dualidad inamovible masculino/femenino hasta su control individualizado a través de la comercialización de hormonas. Como paradigma de este tecno control directo, elige la píldora anticonceptiva, que se convierte en herramienta principal de re-feminización de la mujer en el preciso instante de la historia de la humanidad en el que ésta comenzaba a acceder al espacio público, al trabajo remunerado; quizás, al poder.
“La nueva economía mundo no funciona sin el despliegue simultaneo e interconectado de la producción de cientos de toneladas de esteroides sintéticos, sin la difusión global de imágenes pornográficas, sin la elaboración de nuevas variedades psicotrópicas sintéticas, legales o ilegales (speed, prozac) “.
Hablando ahora de la industria pornográfica, Beatriz preciado, afirma que la pornografía es la sexualidad transformada en espectáculo, o dicho de otro modo, en representación pública, donde publica implica “comercializable”.
La pornografía con su circuito cerrado excitación-capital-frustración-excitación-capital ofrece la clave para comprender cualquier tipo de producción cultural posfordista
Como conclusiones;
En la nueva era farmacopornográfica, lo que mueve todo es un ciclo global excitación-frustración.
Así en este régimen farmacopornográfico,  nuestra intimidad y subjetividad se reconvierten en espacios públicos, quedando así expuestos  al control de la industria farmacopornográfica.
 “El dispositivo de subjetivación que podemos reconstruir a partir de la teoría hormonal de principios del siglo XX es un conjunto de redes institucionales y técnicas en las que se producen artefactos vivos que, dentro de un determinado contexto cultura, adquieren reconocimiento político”.
El poder actualmente reside en el control de la información y el control de la vida. En la actualidad Beatriz Preciado afirma que existe una nueva política que gestiona la vida y los códigos simbólicos (sexo…) llamada “farmacopornopolítica”.
El género, la sexualidad o el sexo no son más que meras etiquetas culturales y políticas diseñadas por este régimen farmacopornográfico para poder aplicar fácilmente y sin resistencias su tecno control y su bio poder sobre todas las sociedades.
Así en el posfordismo, la industria farmacéutica y la pornografía, constituyen una nueva esfera que rige la política y el poder en nuestra sociedad y que determinan la sociedad, el género, la sexualidad, la división del trabajo…en lo que conocemos como porno poder y como farmacopornopolítica.






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